Relacionarse con sus iguales


Relacionarse con los demás: las acciones de búsqueda de proximidad de la infancia se aprenden y se modifican para poder emplearse en las relaciones adultas.

Las relaciones sanas requieren unión y distancia. Una distancia "excesiva" o una distancia "escasa" entre personas pueden ser igual de negativas. Mientras somos bebés y niños, necesitamos tener cerca a personas que nos apoyen y nos proporcionen comida, ropa, orientación, estimulación, consuelo y protección, para tratar de asegurar nuestra supervivencia y nuestro bienestar. El sistema de conexión social de un bebé, permite ciertas acciones de "búsqueda de proximidad", expresiones faciales, contacto visual, vocalizaciones, armar escándalo o llorar, indican al cuidador que debe acercarse y atender las necesidades del bebé: Hay otras acciones que no tardan en desarrollarse: alargar la mano, sujetar, atraer a sí, posturas y otros gestos.

Como seres humanos que somos estamos unidos o "apegados" emocionalmente a ciertas personas, de quienes necesitamos y queremos estar cerca. Por suerte para los bebés, el establecimiento de estos vínculos depende de sus llantos, de las expresiones faciales y de otras formas de indicar que necesitan cuidado, y no de movimientos coordinados del cuerpo.

Las primeras relaciones de apego van a influir en nuestra manera de relacionarnos e interactuar en la vida adulta. Si durante la infancia, recibimos respuestas negativas en repetidas ocasiones, nuestra manera de buscar proximidad se podría ver afectada.

https://www.bebesymas.com/ser-padres/la-teoria-del-apego-de-john-bowlby






Comentarios

Entradas populares de este blog

Familia y escuela

Vínculos entre los educandos

Educandos y currículum