La práctica de la atención

Prestar atención: la respuesta de orientación; para observar cuáles son los estímulos sensoriales les hemos prestado atención de manera automática, aquellos hacia los que nos orientamos y los que ignoramos.

En síntesis, nuestra meta es ofrecer a los niños la posibilidad de entrar en contacto con su ser interior.

             El problema educativo de la falta de atención

Los educadores comparten en la actualidad el afrontamiento de un problema generalizado de falta de atención por parte de los educandos, particularmente cuando son menores. Éstos aparentan no poder prestar atención de una manera constante, y el formato tradicional educativo les lleva a aburrirse enormemente. Al cuarto de hora de clase, más de la mitad de los educandos comienzan a ponerse nerviosos, buscando nuevos estímulos. 

Tras el paso por la  educación infantil, se muestran incapaces de seguir un discurso en el formato tradicional de clase magistral abstracta que va ganando terreno a lo vivencial. Al no atender lo que se está diciendo, les resulta imposible realizar preguntas de interés, ya que en verdad están a otra cosa. Hablan con los compañeros, se pasan notas, miran y hablan por el móvil, o atienden a algo más interesante que ocurra a través de la ventana. 

Este problema no es que sea nuevo, pero anteriormente el síntoma de una educación poco significativa se podía tapar seguramente a través de la tradicional disciplina autoritaria. En la actualidad, el diagnóstico sobregeneralizado de trastorno de déficit de atención, con o sin hiperactividad, ha llevado a la situación a niveles de alarma social. Cada vez parece más difícil impartir una clase en un ambiente calmado y de quietud, y a los padres les resulta cada vez más complicado hacerse con el control de estos niños fustrados y paradójicamente la generación más débil de todos los tiempos.

Desde el enfoque holístico se ha señalado la necesidad de realizar ajustes en la forma de estructurar la enseñanza, de forma que los contenidos sean más dinámicos y atractivos. Pedagooogía 3000 expresa estos diagnósticos psicológicos en realidad hacen referencia a características particulares de estos nuevos niños, que vienen con una disposición a aprender de forma diferente. 

Este cambio puede ser debido ciertamente al incremento del nivel de conciencia que acompaña a este cambio de era, pero no podemos dejar de señalar que ese cambio se traduce en la actualidad en una mayor horizontalidad en la relación con los niños. Cada vez se presta más atención a las necesidades específicas de la infancia, y esta atención no está exenta de cierta preocupación, inseguridad, y falta de referentes claros en cuanto a un nuevo modelo de autoridad más afectivo y democrático.

Una visión transpersonal y reeducativa sobre el tema de la atención lleva al propio educador a abordar el conflicto de su propia atención, que en medio de este tipo de situaciones, acaba por verse saturada, no sin cierta desesperación.
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Este ejercicio lo podemos practicar con los niños a partir de los tres años,  con otro alimento que puedan comer y  les resulte más sabroso, como la mandarina o el plátano.