La mente como un sentido más

Práctica de atención al pensamiento


Disponte a dedicar veinte minutos a tu práctica, para lo cual adopta una postura cómoda, con la espalda recta, el cuerpo establemente asentado, la barbilla ligeramente recogida y las manos descansando en tu regazo o sobre las piernas. 

Comienza tomando conciencia de tu cuerpo, del lugar que ocupa aquí y ahora…Haz un breve recorrido por él, detectando las zonas que puedan estar tensas y que notes más relajadas. Comienza desde la cabeza y termina por los pies…

Durante unos minutos lleva tu atención a la respiración, hazte consciente y establécete en ella…Puede ayudarte "pasearla por el cuerpo", siente cómo tu nariz respira, tu garganta respira, tus pulmones respiran, tu diafragma respira…Siente cómo respiran tus brazos, tu vientre, tus caderas, tus piernas…Vuelve a la respiración cada vez que te distraigas, suavemente, sin enfadarte contigo…

Presta ahora atención a tus pensamientos… haz como si estuvieras sentado en la orilla de un río en cuyo cauce aparecen troncos flotando, pasan por delante de ti y continúan su camino sin detenerse…Tú simplemente los ves pasar…Haz esto con tus pensamientos; advierte cómo aparecen, se desarrollan y dejan paso al siguiente…No te aferres a ninguno, solo míralos pasar…

Entre uno y otro puedes preguntarte interiormente ¿cuál es el próximo pensamiento? Y dejar la respuesta en el aire, sin buscarla…

Advierte el pequeño espacio que queda entre un pensamiento y el siguiente…es muy pequeño al principio, pero si pones en él tu atención notarás cómo se ensancha cada vez más…Permanece en él sin intentar aferrarlo ni agrandarlo…Lo que dure está bien…

Cuando termine el tiempo de tu práctica, toma unas respiraciones profundas y, despacio, moviliza tu cuerpo.


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